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¿Su grasa, es beneficiosa o dañina?

Su mayor contenido en grasa es mono insaturada o grasa buena rondando aproximadamente el 48% de su composición, siendo menor su contenido en grasa insaturada que en la carne vacuna, de esta manera queda entendido que la carne de cerdo aporta grasas pero de buena calidad.

También la cantidad y calidad de su grasa depende bastante de la alimentación del animal, es mucho más sano cuando estos son alimentados con bayas, pasto y vegetales como es el caso de los cerdos Ibéricos.

Además aportan un colesterol similar a la de otras carnes incluyendo a las aves, el consumo de grasas mono insaturadas reduce los niveles del llamado colesterol malo y aumenta los del colesterol bueno. Por lo tanto esta carne puede ser consumida sin ningún problema siempre y cuando se haga en forma moderada, siendo una alternativa más dentro de una dieta saludable y equilibrada.       

 

CUIDADOS DE LA CARNES DE  CERDO 

 

“La carne de cerdo es muy magra y las pocas grasas que pudiera aportar son insaturadas con predominio de los ácidos grasos mono insaturados que son los más cardio saludables. Contiene excelente calidad y cantidad de proteínas y es muy rica en potasio (350 a 480 mg/100 g) y pobre en sodio (70 a 90 mg/10 g). Aporta hierro hémico, selenio, importante integrante del antioxidante glutation peroxidada, y vitamina B1“, sostuvo la licenciada María Emilia Mazzei, integrante del Comité Ejecutivo de la Fundación Cardiológica Argentina.

Asimismo, recalcó que es un alimento recomendado para personas con problemas cardiovasculares ya que posee la mejor relación sodio/potasio de todas las carnes, lo que la hace altamente aconsejable para las personas hipertensas, con problemas cardíacos y renales, dado que el potasio ayuda a regular los niveles de sodio. 

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